jueves, 3 de septiembre de 2009

Marche preso


Un policía, miembro del CoProSeDe, fue procesado por colaborar con barras de Estudiantes de La Plata en una emboscada a otro grupo de la hinchada.
Existen en Argentina algunos fenómenos sociales que parecen no tener fin. Uno de ellos es la violencia en el fútbol, que desde 1939, cuando se produjo la primera muerte, ya se ha llevado más de 200 vidas.
En estos días la justicia está dando un pequeño, pero importante paso en la lucha contra este verdadero cáncer social, y por primera vez ordenó la detención de un funcionario público, acusado, entre otros delitos, de connivencia con barras. Se trata del policía Osvaldo Domínguez, que forma parte del CoProSeDe (Comité de Seguridad Deportiva Bonaerense), y fue procesado por colaborar con parte de la barra brava de Estudiantes para que pudieran pasar de un sector a otro de la popular y permitir enfrentamientos con otra facción de la hinchada, que terminaron con un herido de bala. El hecho tuvo lugar el 25 de junio pasado, en el partido en el que el “pincha” enfrentó a Nacional de Montevideo por la semifinal de la Copa Libertadores, en el estadio Ciudad de La Plata.
Como se mencionó anteriormente, este “buen muchacho” no sólo está acusado de este hecho. También tiene en su haber robos y agresiones con armas y tentativa de homicidio.
Pero, ¿Es una medida viable para resolver la violencia? ¿Quiénes son los que miran para otro lado y no se encargan de brindar soluciones? ¿Cómo actúan las barras bravas en Argentina? Todos estos interrogantes demandarían páginas y páginas de explicaciones y aún así el asunto no quedaría resuelto. Si bien la medida de procesar a aquellos que cometen algún delito, como en el caso de Domínguez, y los mediáticos Rafael Di Zeo y Alan Schlenker (barras de Boca y River respectivamente), es un primer paso que no ofrece una solución definitiva al sistema impuesto, en el que cambian nombres pero se utilizan los mismos métodos para actuar con total impunidad y comandar el negocio. Un negocio que no es exclusivo de las barras bravas.
Pocos se preguntan por qué la policía hace tan poco para evitar enfrentamientos y disturbios. Es que si todo se desarrollara en calma, como debiera ser, la policía se perdería unos cuantos millones que los clubes pagan por “seguridad”. Si apuntamos a los dirigentes de los clubes, algunos por miedo y otros por conveniencia, ninguno intenta despojar a los barras y peor aún, ellos mismos los proveen de dinero, entradas, concesiones en el club, etc. Son los dirigentes los que permitieron el nacimiento de este monstruo y los que a lo largo de los años han permitido que crezca hasta tener tanto poder o más que ellos mismos. Mirando un poco más arriba nada cambia demasiado. Los dirigentes políticos (gobernadores, intendentes, concejales, senadores, diputados, sindicalistas, etc.), podrían utilizar el poder que el pueblo les confiere para brindar soluciones, pero sería iluso pensar en esa posibilidad, porque estaríamos ignorando la estrecha relación de la clase política con las barras bravas, quienes a menudo son contratados para realizar algunos trabajos como seguridad personal, apoyo en actos políticos y aprietes de cualquier tipo.
Es un fenómeno tan complejo, que admite la convivencia de diferentes sectores sociales con aspiraciones diversas, pero con un común denominador: la violencia. Existen por un lado los sectores marginados, abatidos por los problemas cotidianos, drogas, alcohol, violencia. Pero detrás de estos grupos se ocultan los verdaderos barrabravas, aquellos que en su mayoría provienen de clases medias y altas, que manejan miles de pesos por mes, que son capaces de manejar grupos gigantescos de gente, que golpean y matan con total impunidad, que llegan a tener más importancia dentro de los clubes que los propios jugadores y dirigentes.
Analizando todo este cuadro, las expectativas que se pueden tener respecto del fin de la violencia son casi nulas. En tanto los sectores mencionados anteriormente (políticos, dirigentes, policía) no estén dispuestos a solucionar este problema, los violentos seguirán siendo los dueños de la pelota.

2 comentarios:

  1. Muy buena nota, muy bueno el blog, te felicito.
    Leandro Maraha.

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  2. Sigamos multiplicando opiniones, es fundamental en estos momentos la función que están cumpliendo los blogs como información alternativa a los monopolios. Un saludo de Alexia de Cambio y futuro en el aire.

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