lunes, 3 de mayo de 2010

LA DEUDA ETERNA

Foto: DyN


A 124 años del inicio de la huelga obrera más importante de la historia de Estados Unidos, que precisamente da origen a la celebración del Día Internacional del Trabajador, el camino recorrido por los trabajadores hasta la actualidad en la lucha por sus derechos no ha sido nada fácil, sobre todo en los países subdesarrollados como Argentina, donde aún quedan muchas cosas por mejorar en materia laboral.


El 1° de Mayo de 1886, comenzó en Chicago (EEUU), una protesta de trabajadores que se extendería por cuatro días, en la que se reclamaba fundamentalmente la reducción de la jornada laboral a ocho horas. La violenta represión policial y el accionar de “rompehuelgas”, generaron verdaderas batallas, que lamentablemente dejaron como saldo varios muertos. Estos épicos acontecimientos sentaron un precedente importante en la lucha obrera de todo el mundo. Si bien en nuestro país, la situación laboral se encuentra muchas veces estrechamente ligada a la coyuntura económica internacional, no son pocos los casos en los que los propios gobiernos han obrado en perjuicio de los trabajadores y las decisiones tomadas han significado un retroceso en las conquistas obreras. La instauración de políticas neoliberales en la década de los ’90 dan cuenta del deterioro de las condiciones laborales sufridas por los argentinos y aún hoy, a más de una década, seguimos sufriendo en muchos aspectos, las consecuencias de tan tremendo impacto para el pueblo.


Este 1° de Mayo, tuvimos en nuestro país dos imágenes contrapuestas, que nos permiten reflexionar sobre la inequidad social, que es uno de los problemas más importantes y más difíciles de resolver por parte del Gobierno. Un primer vistazo nos conduce a Avellaneda, donde el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada encabezó un acto por el día del trabajador y destacó entre otras cosas, las políticas de inclusión de este Gobierno: “No se tomó una sola medida de ajuste contra los trabajadores” sostuvo. Además destacó la manera en que se administraron los conflictos laborales en los últimos años: “Jamás se dictó la ilegalidad de una huelga”. Mirando al otro lado del Riachuelo, en el centro porteño, nos encontramos con el contraste de lo que acababa de decir Tomada. Organizaciones sociales, protestaron frente al Ministerio de Desarrollo Social, aduciendo un manejo indebido de los planes de trabajo por parte del Gobierno. La ministra Alicia Kirchner fue blanco de críticas por falta de implementación de dicho programa y malversación de recursos.


La última crisis financiera internacional pasó casi sin sobresaltos para el empleo en Argentina, y es un punto a destacar de la gestión de Cristina Fernández. Sin embargo, el alto índice de desempleo y el consecuente aumento de la pobreza e indigencia, es una deuda que el Gobierno aún no ha saldado con el pueblo.

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