miércoles, 12 de mayo de 2010

EL MAQUILLAJE DE LA REALIDAD


Desde la ruptura de la armoniosa relación entre el Gobierno de Cristina Fernández y el Grupo Clarín, la actividad periodística y los procesos de comunicación han tomado un rumbo que difícilmente puedan abandonar. Es que desde aquel momento, cuya bisagra fue el conflicto entre el Gobierno y “el campo” a mediados de 2008, la mira del oficialismo estuvo apuntada al tratamiento de la información, sobre todo de aquellos grupos económicos totalmente opuestos a su modelo y doctrina política. Si de todo lo malo siempre puede rescatarse algo bueno, en este caso se podrá mencionar la mirada crítica, con la que gran parte de los argentinos comenzó a ver a los medios de comunicación, que en muchos casos, con el manejo imprudente de la información dejan en evidencia los intereses que persiguen. Sin embargo, no hay que ser tan necio como para pensar que solo los monopolios informativos apelan a una mirada parcial de la realidad y la pintan como más le convenga, aunque el resultado final diste mucho de la realidad.
En el homenaje que se realizó ayer en la Villa 31 por el 36° aniversario del asesinato del Padre Mujica, la Presidenta brindó un discurso ante vecinos del barrio y organizaciones sociales, y analizando sus palabras se puede advertir la visión sesgada de la realidad, conque da cuenta del desarrollo de la Argentina. A modo anecdótico la Presidente contaba: “En el año 1995, cuando era legisladora, pasaba por la villa 31 y era sólo un pequeño conglomerado de cartón y chapa. Viendo las casas de material de ahora, veo el progreso y los millones de puestos de trabajo que hemos creado”. El crecimiento poblacional de la villa 31 no se debe a un boom inmobiliario, mas bien es producto de la desigualdad, la exclusión social y las dificultades que tienen millones de argentinos para acceder a una vivienda digna. Que la población del barrio ronde las 30.000 personas y crezca constantemente debería ser un llamado de atención para aquellos que se jactan de combatir la pobreza e impulsar el desarrollo del país.
No se pueden negar los progresos que ha tenido este Gobierno en muchos aspectos sociales, como la reciente Asignación Universal por hijo, que realmente ha sido un impacto positivo para los castigados bolsillos de muchos compatriotas, sin embargo, es un desatino hablar del desarrollo del país considerando el crecimiento de la villa 31. Parece una ironía de mal gusto, teniendo en cuenta que millones de argentinos se ven obligados a vivir en barrios carenciados, muchas veces sin poder satisfacer sus necesidades básicas. Estadísticamente la Argentina ha experimentado períodos de crecimiento en los últimos años, pero lo cierto es que la brecha entre ricos pobres es cada vez más amplia y los que apostamos a un Gobierno progresista esperamos medidas de fondo que terminen con el flagelo del hambre y la pobreza. Como dijo ayer la Presidente, "hay que ser muy fuerte e inteligente para no dejarse convencer por lo que dicen los diarios o los grandes monopolios concentrados”. Habrá que ser fuertes e inteligentes también para no creer demasiado en los políticos que prometen soluciones mágicas que nunca se cumplen y darse cuenta de que no solo los grandes monopolios informativos disfrazan la realidad.

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