viernes, 30 de abril de 2010

¿ACORRALADO?


A paso lento; con muchas piedras en el camino; con trasfondos políticos que en muchas oportunidades la maniataron e impidieron su acción y que en otras tantas la llevaron a ser encubridora y cómplice de la impunidad; con la presión social de echar luz y castigo a las épocas más oscuras de la historia argentina. Con todas estas dificultades tuvo que lidiar durante los últimos 30 años la Justicia de nuestro país, que por estos días parece estar sobreponiéndose a estos escollos, y en materia de Derechos Humanos está logrando algo que era impensado e improbable hacía unos años.

En el día de ayer, el juez federal Norberto Oyarbide prohibió la salida del país al ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, en el marco de una causa en la que se investiga el secuestro de un empresario textil y su hijo, durante la última dictadura militar, hecho en el cual además del ex ministro de economía, se encuentra involucrado Jorge Videla. Se trata de Federico Gutheim y su hijo Miguel, quienes fueron detenidos en noviembre de 1976. Martínez de Hoz había sido detenido en 1988, pero los indultos decretados por Menem en 1989 y 1990, lo habían dejado en libertad. Precisamente, la Corte Suprema de Justicia declaró la inconstitucionalidad de esos indultos, lo que le permitió al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, presentar un escrito solicitando la detención de Martínez de Hoz. "La gravedad de las imputaciones que registra en su contra, el carácter de crímenes de lesa humanidad que corresponde a sus ilícitos, y la extensión de la pena que será aplicada en la oportunidad procesal pertinente, justifican más que sobradamente que se ordene la detención del nombrado y su alojamiento en un establecimiento penitenciario común", sostuvo Duhalde.

Por otra parte, la Secretaría de Derechos Humanos amplió la acusación contra el ex ministro y en el escrito presentado ante la Justicia afirmó: "Martínez de Hoz fue el responsable del proyecto económico que fue el verdadero motivo del golpe. Para imponerlo, la dictadura disciplinó la sociedad mediante el terrorismo de Estado, con su secuela de muertes y desapariciones". Vale la pena rescatar este último párrafo para tomar conciencia de las verdaderas dimensiones del Golpe y sus causas reales, que no están más que en la profundización de un plan económico en toda la región latinoamericana, impulsada por organismos económicos internacionales, con Estados Unidos a la cabeza.

La posible detención de Martínez de Hoz no es un hecho aislado en la embestida de este Gobierno sobre los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Los juicios a Miguel Etchecolatz, Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez (todos sentenciados a reclusión perpetua), son un precedente importante de los logros de la Justicia en materia de DDHH. Seguramente habrá cosas para criticarle a este Gobierno, pero sin lugar a dudas, los avances sobre este tema han sido importantísimos. Su esfuerzo por mantener viva la memoria ha sido inquebrantable y debe ser un ejemplo de lucha para toda la sociedad, no solo para castigar a los responsables, sino también para aprender de los errores pasados y evitar repetirlos en el futuro.

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